domingo, 3 de junio de 2007

Entrevista psicóloga postadopción

ISABEL MAYORDOMO - PSICÓLOGA ESPECIALIZADA EN POSTADOPCIÓN

“Hay que hablar de la adopción desde la sinceridad y el cariño”


La adopción es sólo el primer paso de un largo proceso. Es posible que después de los trámites y de tener al niño en casa, a los padres les surgen miles de dudas. Es por esto que todas las comunidades autonómicas disponen de un servicio de postadopción donde puedan consultar sus problemas a un equipo de psicólogos especializados en el tema. Este servicio es gratuito y debe ser ante todo preventivo.

¿Qué pasos han de seguir los padres adoptivos a nivel psicológico?
El primer paso es la formación de los solicitantes de adopción, tanto para nacional como para internacional. Posteriormente se les llama para lo que es la valoración de la idoneidad, que es lo que menos les gusta, y se hace lo que es el informe psicosocial. Luego posteriormente, si el informe es favorable, va al consejo de adopciones y si están de acuerdo con todo, los padres reciben el certificado de idoneidad.

¿En qué consiste el servicio de postadopción?
Este servicio es para los que ya han adoptado y puedan tener cualquier tipo de problema con su hijo y es gratuito Se trata de que el servicio de postadopción sea preventivo, es decir, se hacen intervenciones, pero que sean lo más preventivas posibles y al mismo tiempo, tratar de potenciar en los padres sus características personales, de pareja y empativas para que sean ellos los que tengan los recursos para poder solventar el problema.

¿Cuál es el perfil de la gente que decide acudir al servicio de postadopción en busca de ayuda?
Te encuentras un poco de todo, desde las parejas que lo están haciendo todo muy bien, pero que quieren simplemente que tu les ratifiques, sobre todo en la fase de acoplamiento; hasta por problemas un poco más graves, cuando no saben muy bien como manejar la conducta del menor.

¿Cuándo y cómo es aconsejable hablarle al niño sobre su adopción?
Nosotros decimos en la formación que desde el primer momento. Evidentemente con diez meses ya le puedes decir que es adoptado, pero a partir de los dos, tres añitos ya se puede ir hablando con él, ver de forma conjunta las fotos del viaje. Hay que hablar de ello desde la naturalidad, la sinceridad, desde el vínculo, el cariño, como algo que no sea un tabú, si no como algo totalmente normal.

Una vez lo saben, ¿se acaba ahí todo?
Es todo un proceso, cuando se lo dicen se alivian, pero luego hay que seguir. Los críos son auténticos supervivientes, siempre le digo a los papás que tienen mucho trabajo por hacer, por integrar la historia pasada con la historia nueva y estar sanos mentalmente.

¿A qué edad comienzan los niños a hacerse preguntas sobre su historia previa?
Depende de la familia del niño y de las características de la familia adoptiva, pero en general, a partir de los 7 u 8 años empiezan las primeras preguntas directas a los padres, ahí puede haber posibles reacciones del menor y hay que estar alerta, se va a preguntar dónde está su familia biológica y hay que ayudarlo.

¿Qué consejos le daría a unos padres que acaban de adoptar a un niño que ya no es un bebé?
Generalmente se piensa que la adopción de un niño de 3-4 años puede ser más fácil pero no lo es, depende del pasado previo del menor. Es muy importante ponerse en su lugar, con lo cual que los padres sean empáticos, sensibles, muy introspectivos, reflexivos. Si logran establecer una vinculación afectiva, un apego seguro y protector con él, ya han conseguido bastante.
¿Cuál es uno de los principales problemas que pueden tener estos niños?
Cuando nosotros cuando éramos pequeños sabíamos cuáles eran nuestras raíces, esos niños no, tienen una laguna tremenda. Nosotros teníamos ese apego seguro y protector, es decir yo tenía a mi padre y a mi madre como figuras seguras, me pueden echar una bronca, pero me van a seguir queriendo. Hasta que estos niños logran creerse eso, logran interiorizar eso, requiere un tiempo.

¿Cuál tiene que ser la actitud de los padres?
Es importante que ante una adopción de este tipo, no te digo ya en uno de más mayor, los padres tengan expectativas muy flexibles, muy abiertas, que seas muy consciente de todo el proceso por el que pasa el menor. El problema viene cuando las expectativas de los padres se truncan, entonces se produce un problema con la vinculación.

Cuando el niño es mayor, ¿se busca un determinado perfil de padres?
La adopción es mucho más dura porque hay que garantizar que el niño va a estar aquí con éxito. Lo que nosotros valoramos es la idoneidad de los papás, es encontrar a esas personas que vayan a poder ayudar a ese niño a elaborar su pasado, a vincularse. Se basa en que vemos que puede haber riesgos de los que tú no eres consciente o no quieres verlos, para que podamos garantizar que ese menor va a conseguir estar bien contigo. Hay que ahondar bastante más porque es una opción de riesgo, como cuando se adoptan hermanos.

¿Cómo se debe actuar cuando hay más hermanos?
Siempre que haya niños, sean biológicos o adoptados hay que valorarlos. Ahí hay que trabajar con los padres las posibles reacciones del menor, evaluar las situaciones que se puedan dar de rivalidad fraternal, porque se van a dar. Hay que ver cómo van a potenciar la relación entre ellos, cómo van a establecer el vínculo entre ellos ante situaciones de rivalidad fraternal, celos, como van a poder dar una respuesta adecuada a estas situaciones.

¿Quién suele mostrar más celos, el niño que ya está en la casa o el que viene?
Depende de cada caso, generalmente, cuando viene el segundo siempre hay un destronamiento, por lo tanto es el mayor el que lo pasa peor, el que tiene que adaptarse a este nuevo miembro, aprender a quererlo y saber manejar sus sentimientos de rabia.

¿Los niños adoptados necesitan más cariño?
Necesitan esa exclusividad, daros cuenta de que vienen con muchas carencias, pero sobre todo vienen con la carencia afectiva. Trabajamos con los papás desde la teoría vinculada del tipo de apego que se establece y como estos niños con herida afectiva tienen que cambiar los modelos que tienen internos para que sean resilientes, es decir que sepan aceptar ese pasado, que sepan sacar recursos ante la adversidad y que sepan estar mentalmente sanos.

¿Es importante reforzar la autoestima de estos niños?
Es básico porque tienen que salir a flote. La autoestima se va a reforzar si se establece el apego seguro. Si yo sé que tú me quieres, yo valgo, si me siento muy afectado y no valorado en el grupo, me lo tendré que trabajar, tendré que sacar recursos, pero yo sé que tú me quieres, por lo tanto yo valgo. Si el menor se siente realmente integrado en la familia y es querido y aceptado, esa autoestima va a ir subiendo.

¿Estos niños tienen sensación de abandono?
Los niños tienen el síndrome de abandono como muy reciente, a veces lo manifiestan. Tras la etapa de luna de miel en la que te encuentras por la calle y te dicen que está genial, que es mucho más fácil de lo que pensaban, etc., después de esta etapa puede ser que el niño ponga a prueba a los papás para comprobar si ese apego, si ese vínculo afectivo es real. Entonces viene la etapa de estoy más protestón, me digas lo que me diga no te voy a hace caso, rabietas por aquí, por allá. Es para poner a prueba a esos papás, para ve si realmente le quieres y no le vas a abandonar.

¿Qué tipo de problemas suelen tener en el colegio?
Hay muchos problemas con el tema escolar, daros cuenta que un niño que viene con cinco o seis añitos lo meten por edad, a la que le corresponde, ese niño no está preparado para asumir todo eso. Hay mucha exigencia de los profesores y de los padres que desean que su hijo vaya al mismo nivel que el resto de alumnos. Hay que tener en cuenta que ese niño no ha seguido el proceso escolar normal que ha seguido cualquier otro niño.

Si tienen rasgos distintos ¿les cuesta integrarse en el colegio?
Generalmente la conciencia de que tengo rasgos distintos viene un poquito más adelante. En relación con el colegio, son niños muy plásticos, los críos se integran mejor que los adultos, es más fácil, son niños, tienen intereses comunes, como jugar. Sí que se integran, lo que llevan peor es ese nivel de exigencia, cuando ve que no puede seguir ese ritmo, ahí puede haber una bajada de autoestima, una actitud más inquieta.

¿Qué deberían saber los profesores?
En el postadoptivo hemos llegado a hablar con algún profesor para que entienda cuál es el recorrido del niño adoptado, para que no lo tenga como un niño diferente, ni mucho menos. Debe desarrollar una capacidad más empática con ese crío y que vaya respetando el ritmo de maduración. Hay que saber que el niño va a ir para adelante, pero si se bloquea o se estanca va a ser peor

¿Cuáles son los problemas en la adolescencia?
Sobre todo los problemas que nos podemos encontrar es la búsqueda de identidad que todos hemos hecho, es decir, hasta ahora me he sentido seguro aquí, en mi casa, pero ahora tengo la necesidad de salir, tengo que sentirme valorado y seguro fuera del entorno familiar. En un hijo adoptado es esto y la posible búsqueda de identidad de quién sería yo allí si me hubiera quedado con mis padres. Es como una doble búsqueda de identidad, es un proceso arduo, muy complicado.

2 comentarios:

celsaprol dijo...

Habla una madr feliz: completamente de acuerdo con el artículo

celsaprol dijo...

Habla una madr feliz: completamente de acuerdo con el artículo